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Gregorio Cárdenas Hernández, el famoso asesino mexicano

Actualizado: 7 feb 2020


Gregorio Cardenas Hernández fue uno de los criminales más notorios dentro de la historia de México, llegando a cobrar un estatus de celebridad, ya que en el año de 1942 asesinó a 4 desafortunadas mujeres de una forma terrible: por estrangulamiento.

El 3 de septiembre de 1942, el padre de Graciela Arias Ávalos acudió a la policía para reportar la desaparición de la misma. Durante las investigaciones, se descubrió que una de las personas que ella frecuentaba era Gregorio Cárdenas Hernández. Bajo la línea de investigación correspondiente a éste sospechoso, tocó realizar una visita a la casa de nuestro personaje, hubicado en Mar del Norte, en Tacuba, en lo que antes era el Distrito Federal, México.

La casa era solamente de una planta o piso, y era habitada unicamente por el villano. Las primeras impresiones al momento de inspeccionar el lugar fueron las de un sitio desorganizado, sucio y en mal estado, sin cama mas que un catre (cama movil). Lo interesante fue un laboratorio que encontraron en el lugar, y parece que era debido a que él estudiaba química y lo requería para sus estudios. En la parte que constituía el jardín de la casa, en una zona específica, había una conglomeración de moscas además de que la tierra parecía sospechosa. Los investigadores comenzaron a cavar, y momentos después, encontraron el cuerpo de quien se presumía, era Graciela Arias. Su cuerpo se encontraba desnudo de la parte de la cintura a los pies. La falda de la víctima se encontraba cubriendo su cabeza, atada de manos y tobillos por la parte posterior.

Se especulaba al principio que Graciela Arias se encontraba en esa posición debido a que Gregorio le gustaba someter a las personas a causa de que se sentía inferior y de esa manera podía sentirse superior. El hecho de que tuviese el rostro cubierto señalaba que conocía a su víctima. Él la conocía, convivía de buena manera con ella, y después de realizar el asesinato, se sintió culpable, y por ello le cubrió rostro, pero ese argumento fue desechado posteriormente.

Después de éste macabro descubrimiento, los investigadores escarvaron un poco más descubriendo así dos cadaveres más del género femenino; una de ellas completamente desnuda; la otra cubierta solamente por una sábana. El rostro de las víctimas se encontraba distorsionado por las irregularidades del terreno. Con todo esto, la línea de investigación se enfocó directamente es Gregorio, iniciando su búsqueda, y al poco tiempo fue encontrado internado en el sanatorio debido a petición de su madre, a quien habían visitado con anterioridad, manifestando que no lo había visto. La mamá tenía fama de ser ambivalente, de ser sumamente sobreprotectora con su hijo y al mismo tiempo hacerlo a un lado. De entre los 11 hijos que tenía, parece que era al que menos atendía.

Después de la aprensión de Gregorio, fue llevado a la comandancia de policía donde fue interrogado. En el lugar se hizo notar que no mostraba remordimiento alguno por el asesinato de las mujeres, confirmando que a quien encontraron era Graciela, su compañera de escuela a quien veía con intereses amorosos. El formó la idea de que ella era su novia aunque en la realidad no lo era; pretendía ser el mejor pretendiente, ayudándole con las tareas y cosas académicas, partiendo de que nuestro villano tenía la fama de ser una persona muy inteligente, al punto de que la mamá tenía grandes esperanzas en él y en que pondría el nombre de la familia en alto.

En ese momento, Gregorio hizo una declaración que dejó helados a los interrogadores: no mató a tres mujeres, sino a 4, y que también se encontraba en su jardín. Las autoridades verificaron las declaraciones y efectivamente había un cuarto cadaver en las mismas circusntancias de las otras chicas.

Un punto importante es que tres de esas chicas eran sexoservidoras de cabaret. Se descubrió que Gregorio frecuentaba mucho esos lugares, donde tenía relaciones sexuales para despues retirarse, sin pasar a más. Declaró, además, que hubo un tiempo donde estuvo casado, pero su esposa le fue infiel, y a partir de entonces desarrolló un “odio” contra todas las mujeres. Pero lo que pasó en realidad es que él creó un matriminio ficticio en donde embarazó a una mujer, evitando así ir a la cárcel o alguna situación similar, es decir, embaraza a una mujer fuera del matrimonio, y por las presiones morales, tiene que casarse, evitando así la cárcel o otras medidas contraproducentes.

Él vivía entonces en su casa con su madre, donde la atendía sólo a ella y sus propios asuntos, pero no lo hacía con su esposa e hijo, que por cierto, se desconoce qué pasó con ellos. Él imaginó que su mujer le fue infiel.

Un punto importante, es que después de tener relaciones sexuales con las mujeres, Gregorio empezaba a tener un sentimiento de desprecio hacia ellas, considerandolas un despojo, un desperdicio. Es decir, primero estaba la senciación de placer, y una vez terminado, pasaba a la de odio, aspecto que desencadenó el asesinato de éstas chicas.

En esa época se generó un debate que trataba la estabilidad mental de Gregorio. Desde el conocimiento común, se le consideraba loco, y todos los especialistas que lo trataron no llegaron a un consenso, ya que unos decían que tenía paranóia, otros esquizofrenia, que era sociópata, psicópata etc. Pero, con todo esto, surge la pregunta de ¿Por qué tanto interés con el caso de este villano al punto de que permanece en la memoria popular? Hasta el momento, no se ha establecido al 100 % un diagnóstico claro sobre nuestro personaje, pero lo que sí se tiene con certeza, es que él era una persona muy carismática que atraía a las mujeres de una manera muy impactante. Se cuenta que le llegaban cartas a La Castañeda y Lecumberri; le levaban la ropa; recibía invitaciones para salir; le cocinaban comida así como pasteles. Además, fue considerado como uno de los internos favoritos llegando a tener privilegios como salir con chicas, al cine y cosas así, regresando más tarde a su casa, en Lecumberri.

Se sabe también que diferenciaba el bien del mal así como que sus acciones tenían consecuencias. Se encontraba conciente de sus actos, que matar era malo, incluso enterró los cuerpos para no ser descubierto, pero todo sin sentir remordimientos.

En resumen, Gregorio cumplió la pena en Lecumberri por el asesinato de 4 mujeres y la inhumación clandestina de las mismas. También estudió Derecho dentro del penal, documentándose lo mejor posible, llegando a asesorar a sus compañeros internos que se encontraban en problemas, causando mayor notoriedad tanto dentro como fuera entre los abogados y el mundo jurídico. También escribió 3 libros anecdotarios dentro del penal: Celda 16, Pabellón de locos y Una mente turbulenta.

Salió de la cárcel en 1976, llegó a la cámara de dipútados, donde fue recibido de pié por parte de todos los legisladores, aplaudiendo a un multihomicida de 4 mujeres (estranguladas). La actitud fue de éxito de un sistema penitenciario que quería poner en buen camino a sus delincuentes, sobresaltando por ello el gran resultado que tuvieron con Gregorio. Éste hecho hizo sentir mal a muchas personas.

Poco tiempo después pone su buffet de abogados cerca de los juzgados ayudando a mucha gente, litigando sin ser licenciado en Derecho, actividad que realizó hasta su muerte en 1999.

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